Estaba tranquilamente dopada hasta las cejas, cuando me llegó la idea más ¿Brillante? Nah más bien común, común entre la gente del mundo de famoso más cutre y relamido, ¿Y si escribo algo para mis fans? - esa es la idea más absurda,digna del colocón.
No tengo fans.
Nadie me lee.
Por eso tengo libertad de desahogo, ya que nadie me juzgará.
No escribo nada, suspiro giro la cabeza...
¡Qué demonios! Nunca sabré que se siente al tocar con las yemas la fama del círculo cercano.
Monótono, estúpido y trivial.
Así es como se siente un autor al que le aplauden por compromiso...
Por compromiso lejano a las risas y laureles.
Al que la amistad es la gratitud y obligación, el cambio de moneda o moneda de cambio.
Ya viene ya noto como caigo en la lírica, cómo escribo poemas para agradar a mamá, hacer feliz al novio, enamorar gallinas.
Pero cuando viene a ser todo la misma putrefacta mierda es ahí donde suspiro borro y hago como si nunca lo hubiera intentado, avergonzada,bochornosa y estrepitosa en mi caída.
Sin haber siquiera alzado el vuelo...
Dulce monotonía día tras día escribo para borrar, pero mientras escribo mi mente se descarga, como si el cielo se hubiera roto y esté caído sobre nosotros.
Como si borrar también borrarse el dolor del alma, trajera la apaciguada calma y rompiera las estrofas en mil pedazos.
En fin...